Cooperación internacional a Líbano para su reconstrucción, estabilidad económica y social
Por Dr. Amín Cruz
“Líbano prácticamente un Estado fallido, sumido en un proceso de descomposición política, económica y social.”
En ese encuentro por videoconferencia participaron representantes de 28 países, incluidos Estados Unidos, España y Brasil, y de instituciones como la Unión Europea, la Liga Árabe, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Después de la explosión en el puerto de Beirut, con el país sumido en una de las peores crisis de su historia reciente, y urgió a formar un Gobierno capaz de dar respuestas.
La economía está en caída libre, las instituciones están sufriendo, los servicios básicos derrumbándose, la sociedad se está fracturando y la población está en extrema necesidad más de la mitad de los libaneses vive actualmente en la pobreza y uno de cada tres ciudadanos está en situación de inseguridad alimentaria.
Según Naciones Unidas, casi cuatro millones de personas están en riesgo de no tener acceso a agua potable y cientos de miles de niños están en peligro de abandonar la escuela, la gente está sufriendo cada día con la inflación y las carencias de combustible, electricidad, medicinas y agua.
Amina Mohammed durante su intervención en la Conferencia coorganizada por la ONU y Francia, de Apoyo al Pueblo Libanés a trabajar juntos y lograr un impacto a la altura del reto que supone la reconstrucción del área del puerto de Beirut.
Tras la trágica explosión que hace un año se saldó con unos 200 muertos y miles de desplazados en la capital del Líbano, Mohammed destacó que la ayuda es necesaria para sentar las bases de una recuperación a más largo plazo, cimentada en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible.
Se necesita un sistema de protección social fuerte, inclusivo y completo para garantizar que los más vulnerables puedan sobrevivir a la crisis. Esto es crucial para situar a Líbano en la senda del crecimiento inclusivo, el empleo decente y la estabilidad social.
Para lograrlo, apeló a los asistentes a financiar el Plan de Respuesta de Emergencia de doce meses de duración que establece las estrategias prioritarias para aliviar las necesidades humanitarias de las personas más vulnerables de Líbano, y que complementa el apoyo ya prestado a las comunidades de acogida.
Mohammed recordó que más de la mitad de los libaneses viven ahora en la pobreza, que uno de cada tres sufre inseguridad alimentaria, que aumenta el desempleo, que unos 4 millones de personas están en riesgo de no tener acceso al agua potable y que cientos de miles de niños corren el riesgo de abandonar la escuela.
Los participantes en la Conferencia han respondido al nuevo llamamiento humanitario de la ONU, por valor de 357 millones de dólares para los próximos doce meses, comprometiéndose a financiar un total del orden de 370 millones de dólares, a los que habría que añadir una importante ayuda en especie.
“Los libaneses merecen instituciones sólidas que ofrezcan ayuda, justicia y remedios y un Gobierno de interés nacional que pueda impulsar un ambicioso camino de reformas y restaurar la estabilidad, el crecimiento y las perspectivas de un futuro democrático.»
Por su parte, los integrantes del Marco de Reforma, Recuperación y Reconstrucción de Líbano, del que forman parte la ONU, la Unión Europea y el Banco Mundial, reiteraron su llamamiento a que se conduzca una investigación “eficaz, independiente y transparente” sobre el incidente, y que aporte justicia a las víctimas y paz a sus familias.
La explosión de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que se produjo en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, mató a 217 personas e hirió a 7.000, ocasionó el desplazamiento de 300.000 personas y causó una destrucción generalizada, cuyos devastadores efectos afectaron a edificios situados en un radio de 20 km.
La explosión, una de las mayores explosiones no nucleares de la historia, causó una devastación generalizada y un inmenso sufrimiento, por lo que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe escuchar su petición y establecer urgentemente un mecanismo de investigación para determinar si la conducta del Estado causó o contribuyó a las muertes ilícitas, y qué medidas es necesario tomar para garantizar a las víctimas el derecho a un recurso efectivo
El Marco se centra en la reconstrucción de bienes, servicios e infraestructuras esenciales para promover la igualdad de acceso a los servicios básicos, así como en la aplicación de reformas clave; y se basa en elementos como la participación, la transparencia, la responsabilidad, la inclusión, la justicia social y las asociaciones.
Sus prioridades futuras incluyen la inclusión y la protección social; la rehabilitación de la vivienda y el patrimonio cultural; los servicios municipales y el medio ambiente; y la recuperación de las empresas
«Esta nueva ayuda tiene como objetivo salvar vidas y de ninguna manera representa una solución duradera a las dificultades que enfrenta Líbano.» ONU y Francia