Michelle Espín, ecuatoriana, ejemplo de superación para las mujeres latinas.

Michelle Espín, es de Portoviejo Manabí Ecuador a los 22 años llegó a los Estados Unidos, nos comenta que la separación de su hija fue un sacrificio intenso, esta experiencia la moldeo profundamente, fomentando en ella la resiliencia, la perseverancia, y un profundo aprecio por superarse y luchar por sus sueños. “Mi primer trabajo fue en una fábrica de queso, estaba rodeada de personas profesionales en sus respectivos países de origen. Esto me impulso para estudiar Inglés, fui al Union County College de Elizabeth para aprender el Inglés, luego el Associates Degree, me gradué en el 2020 obteniendo un Diploma en Arte”.

¿Cuándo inicias en el mundo de préstamos hipotecarios y Real Estate?

“conocí a Amir Zakikhani y él fue la persona que me introdujo al mundo de los préstamos hipotecarios y de bienes raíces. Amo este negocio desde el primer momento, es algo que me apasiona. Empecé siendo la asistente de él, cada transacción cerrada significa una familia contenta. La mayoría de los clientes son familias latinas, creo que eso es lo que me da más Felicidad. Obtuve mi licencia de bienes raíces hace poco tiempo, pero siento que tengo la experiencia de muchos años porque tengo el conocimiento de los préstamos hipotecarios de mucho tiempo; he estado en la industria por un poco más de 6 años”.

¿Tus logros alcanzados en tu carrera?

“Si bien todavía no puedo presumir de una colección de premios sobre mi carrera profesional, Uno de los aspectos más gratificantes de mi trabajo es recibir críticas positivas de mis clientes y ser testigo de su genuino agradecimiento después del cierre de cada transacción”.

¿Cuáles son tus metas en este año 2024?

“En este año obtuve mi licencia de notario público en NJ, mi principal objetivo es lograr una independencia total en mi negocio, quiero proveer muchos más servicios a la comunidad Latina”

¿Mensaje a la comunidad?

“Mi mensaje es nunca adoptar la mentalidad de víctima, nunca conformarse y SIEMPRE prepararse. Los desafíos hay que afrontarlos con buena actitud, después de todo son los que cambian nuestras vidas y harán de nosotros mejores personas. En mi caso puedo decir que el trabajo y estudio duro tiene una buena recompensa y es mi orgullo y el de mi familia. Quiero concluir esta entrevista reconociendo el valor de mi familia en cada paso de mi vida, a mi esposo Jose Manuel e hijas Valentina, Nathalia y Emilie por entenderme y apoyarme en mis decisiones y vida ocupada, a mis padres Wendy Morales y Shneider Espin por ayudarme, aconsejarme y haberme enseñado tantas lecciones de vida, a la abuela de mis hijas Ana Bolanos por también siempre estar ahí en cada etapa, y a la decisión de una mujer valiente, Nurya Noriega, por tomar la decisión de venir a este gran país y cambiar muchas vidas en mi familia.